La topología de las redes HFC permite que el sistema vaya creciendo progresivamente en función de la demanda de utilización del canal de retorno.
La fibra óptica se va acercando más hacia los usuarios, disminuyendo el tamaño del nodo óptico y por tanto el número de abonados que comparten cada canal de retorno.
Con esta filosofía se consigue un sistema escalable en número de usuarios.
Implantación con un elevado coste, lo que le hace irreal en entornos urbanos.
Ejemplo:
Se comienza con 200 usuarios por rama del cable coaxial y dependiendo del volumen de tráfico y diversidad de servicios se va reduciendo esta cantidad hasta 100 usuarios. Los usuarios tienen asignadas distintas velocidades, con lo que a medida que aumenta el número de usuarios que acceden simultáneamente al canal de retorno, va disminuyendo el valor máximo asignado.
Se puede aumentar el ancho de banda disponible para cada usuario acercando la fibra óptica al hogar del abonado.
El crecimiento también vendrá dado por el aumento del número de usuarios.
Si el número de abonados aumenta, aumentará la densidad de nodos, debido a que cada nodo puede atender a un número limitado de abonados, con el consiguiente aumento de costes en infraestructura de red.
Planificación de despliegue:
- Usando canalizaciones ya existente para gas, agua o electricidad, en los núcleos urbanos.
- Utilizando los sistemas de alcantarillado de las ciudades.
Al ser instalaciones subterráneas no causan ningún impacto medioambiental, ni ningún tipo de radiación o emisión al exterior.
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