Rehabilitación de la instalación eléctrica: sólo con profesionales


Pautas para evitar riesgos

No hay que emprender trabajos que sobrepasen nuestros conocimientos

Revise periódicamente la instalación eléctrica de su hogar para detectar posibles averías en enchufes, cables, clavijas, interruptores...

Fugas de corriente eléctrica fácilmente evitables, manipulaciones incorrectas de enchufes, cables o clavijas y el afán de arreglar por nosotros mismos pequeños desaguisados provocan cada año numerosos accidentes domésticos -algunos de ellos muy graves- que se deben evitar siguiendo unas sencillas pautas. No obstante, ante la duda hay que optar por la seguridad y contratar a un profesional.

  • Cuando trabaje en una instalación o en aparatos eléctricos respete las normas de seguridad. Además de correr peligro de muerte, una intervención desafortunada puede provocar un incendio.
  • No emprenda un trabajo que sobrepase sus conocimientos. Solicite los servicios de un profesional.
  • Antes de realizar cualquier reparación desconecte la corriente eléctrica. Si después de hacerlo tiene dudas, utilice un buscapolo (detector de tensión) para asegurarse de que no hay una fuga de electricidad.
  • No olvide que el cuerpo humano mojado es un excelente conductor de electricidad. Manipule las instalaciones y los aparatos eléctricos con las manos perfectamente secas.
  • Evite estar descalzo o con los pies húmedos.
  • Cerciórese de que tanto los circuitos como los aparatos eléctricos tengan conectadas las "tomas de tierra". La toma de tierra es una conexión (verde y amarilla) desde el enchufe hasta el suelo -la tierra es muy buena conductora de electricidad- que sirve para descargar la corriente que se produce por una fuga o un aislamiento deficiente. Conviene conectar los electrodomésticos potentes a enchufes con toma de tierra, ya que esta toma constituye un elemento de seguridad ante cualquier fallo de un circuito o de un aparato.
  • Cada cierto tiempo, pulse el botón de prueba del interruptor diferencial para comprobar si funciona correctamente. Este interruptor salta cuando detecta fugas de corriente y también se conoce como salvavidas porque evita que nos electrocutemos al tocar un electrodoméstico por el que se está fugando la corriente. Si no dispara es que está averiado y entonces no estará protegido. Y si algún aparato da calambre, desconéctelo inmediatamente y llame a un técnico. Quizá su casa no disponga de diferencial o el que tiene no sirva.
  • Desenchufe los aparatos eléctricos que no use de manera frecuente. Desconecte también los electrodomésticos que vaya a manipular o a limpiar. Acostúmbrese a desenchufar los aparatos tirando de la clavija aislante, nunca del cable.
  • Sustituya los cables estropeados por otros nuevos. Evite empalmarlos, pero si lo hace, no recurra a la cinta aislante como recubrimiento. No sólo es un método poco seguro, sino prohibido por la normativa vigente. Utilice los conectores destinados a esta función.
  • No bloquee los interruptores automáticos para que funcionen libremente en caso de fallo en la instalación.
  • Nunca sustituya un fusible que haya saltado por otro de superior intensidad.
  • No emplee grapas corrientes para sujetar los cables a la pared. Podrían cortar el aislamiento y establecer contacto.
  • Las tomas de corriente múltiples, "ladrones", tienen una capacidad limitada que nunca se debe sobrepasar. No conecte varios aparatos a un solo enchufe ya que el exceso de carga puede quemar el circuito y producir incendios. Elija modelos altamente seguros y descarte los encadenamientos de enchufes y adaptadores.
  • Recuerde que la combinación de agua y electricidad hacen del cuarto de baño la habitación más peligrosa de la vivienda. No instale interruptores, enchufes ni aparatos de iluminación en las cercanías de la bañera, también está prohibido colocar interruptores en un radio inferior a un metro.
  • Si ve un enchufe deteriorado procure cambiarlo cuanto antes. Evitará que se caliente en exceso y provoque un cortocircuito o, incluso, un incendio. Si está quemado, cámbielo y no vuelva a enchufar un aparato de elevada potencia, que es la razón por la que se quema.
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Cuidados básicos

Instalaciones eléctricas sin obras

Los cables y cajas de enchufes o interruptores se pueden alojar en elementos superficiales como los rodapiés

Crear, ampliar o modificar la instalación eléctrica de una vivienda implica gastos elevados ocasionados por la necesidad de recurrir a profesionales (electricista y albañil) para que piquen paredes, practiquen rozas o tiendan cables. Estas obras conllevan, además, molestias e incomodidades. Una opción sencilla y económica consiste en alojar los cables y cajas, como enchufes e interruptores, en elementos superficiales o vistos.

Molduras y canaletas
Las canaletas y las molduras de PVC son los elementos habituales en los que se esconde una instalación eléctrica cuando no se quieren hacer obras. Algunos modelos se atornillan a la pared y otros son autoadhesivos, pero en ambos casos se pueden pintar para integrarlos en la decoración. También es posible instalar juegos completos provistos de varias ranuras para albergar los cables y montar sobre ellos los interruptores, las bases de enchufe, etc.

Para colocarlas, primero hay que establecer el recorrido que seguirá la instalación y marcar los emplazamientos de los accesorios, como enchufes o interruptores. Si las cajas de estos mecanismos no van sobre la canaleta, se fijan a la pared. A continuación, se atornilla o se pega la moldura y se colocan en su interior los conductores.

Tras realizar las conexiones entre los hilos mediante clemas (conector eléctrico en el que un cable se aprisiona contra una pieza metálica mediante un tornillo), se corta el suministro de luz para conectar la fase (conductor negro, marrón o gris) y el neutro (cable azul) a una caja de derivación ya disponible en la vivienda. Después, se vuelve a conectar el interruptor general y, tras comprobar que la instalación funciona de forma correcta, se colocan las tapas de la canaleta o moldura.

Instalación en rodapiés 
(Los rodapiés están provistos de tabiques o carriles donde se pueden alojar los conductores)

Ya sean de PVC o de madera, la funcionalidad y resistencia de los rodapiés hacen de ellos una buena opción para realizar instalaciones eléctricas. La utilización de piezas de distintas formas (ángulos, uniones y cierres) permite cubrir todo el perímetro de una habitación, con el resultado de una instalación estética y segura.

Por lo general, los rodapiés están provistos de tabiques o carriles donde se pueden alojar los conductores separados por tipo de circuito eléctrico. Los de baja tensión (220V) por un lado y los de muy baja tensión (12 ó 24V), por otro.

Para realizar la instalación, hay que empezar por atornillar o pegar a la pared la base del rodapié, para poder fijar el adaptador en esta zona. Después, se pasan y se conectan los cables, para encajar el mecanismo con la toma de tierra hacia arriba. Tras atornillar el embellecedor, sólo queda encajar las tapas del rodapié a ambos lados del mecanismo.

Tubos de PVC a la vista
Los tubos de PVC se pueden colocar en paredes, a lo largo de los rodapiés, o alrededor de puertas o ventanas. Al igual que ocurre con las canaletas y molduras, primero hay que trazar con una cuerda el recorrido que seguirá el tubo. En este caso, también hay que marcar el emplazamiento de las cajas de mecanismos y derivación, superficiales, que se fijarán a continuación. Después, hay que atornillar la parte inferior de las abrazaderas de fijación, a unos 40 centímetros unas de otras.

Tras preparar los tubos con la longitud deseada, se cortan las juntas estancas de las diferentes cajas de los mecanismos de derivación según las dimensiones de los mismos. Después, se pasan los cables por el tubo, de forma que sobresalgan unos veinte centímetros a la salida de las diferentes cajas. Las prolongaciones y bifurcaciones se deben hacer mediante manguitos rectos, en forma de T o de codo. A continuación, se realizan las conexiones dentro de las cajas con la ayuda de clemas.

Se cierran todas las cajas sin aplastar los conductores y se fijan los manguitos y los codos de derivación. Una vez verificado el buen funcionamiento de la instalación, se aprietan todas las

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